Pastas secas: Son las más comunes, como espagueti y macarrones. Tienen una larga vida útil, lo que facilita su almacenamiento y venta a gran escala. Pastas frescas: Ofrecen una textura y sabor más suaves, ideales para los consumidores gourmet y restaurantes que valoran la frescura. Pastas especiales: Opciones como pastas sin gluten, integrales, orgánicas, o con sabores (espinaca, tomate, remolacha) tienen un mercado entre consumidores que buscan alternativas saludables o innovadoras.